Señoras y Señores, Niños y Niñas, Locos y Locas...
¡Bienvenid@s al Maratón de Montaña de Espadán!
Afortunadamente lo único que no me duele hoy son las manos con las que me dispongo a escribir ésta crónica... y con las que trabajo (menos mal). De lo demás... id sacando el Vademecum para administrar remedios a tales dolores que si empiezo no paro ;-p
En mi caso debutaba en la distancia (en montaña) y, obviamente, en ésta carrera.
Nos apuntamos a la misma, el primer día que salieron las inscripciones, ...que pa'mañana es tarde...
Juan Luis 'Yonhey' fue el primero y de ahí su número de dorsal (11) y el que escribe, Alberto 'RunneChef', el segundo (12). Los dorsales del 1 al 10 estaban reservados por la Organización.
Pocos días u horas después lo hicieron Juan 'ForresJuan' (16) y Carlos J. 'de la Mancha' (18).
No tardaron en unirse a la locura Celso 'Power' (130) y Andrés 'Mechas' (183).
A quien echamos de menos fue al Séptimo Jinete del Apocalipsis, Carlos 'Diesel' que por molestias musculares decidió quedarse en Madrid.
Para la foto (de cabecera) 'lo hemos sustituido' por Gaia (forero colega de Juanlu y Carlos J.) ;-)
Llegamos el sábado a Segorbe, salida y meta del Maratón.
Conveniente y estratégicamente alojados por Yonhey Travel ;-) nos repartimos entre un apartamento muy confortable y un hotel para el jefe de la Agencia de Viajes y Andrés.
A las 18:30h ya estábamos con nuestros dorsales en la mano y con los nervios empezando a funcionar.
El equipo estaba completo con la llegada desde Alcoy de Andrés y procedía, por tanto, buscar abrevadero (para hidratarse a conciencia) amen de los calores que íbamos a sufrir al día siguiente. Así lo hicimos.
La pena es que por más vueltas que dimos por el pueblo no encontramos ningún Karoke :-(
Se aprobó por mayoría cenar en el Hotel María de Luna (que alojaba a parte de la expedición, a la cual 'insistían' en cargarle el precio de la cena en su cuenta de la habitación, jejeje)
Cenamos muy bien y por un precio muy razonable, al final pagamos a escote :D
Después de una tranquila sobremesa nos dispusimos a ir 'cada mochuelo a su olivo' o mejor 'cada loco a su diván' y a dormir que ya iba tocando.
Y mientras Urdangarin (véase Caso Urdangarin) desesperaba al Juez Castro con su mala memoria... con lo que quedó demostrado fehacientemente que, o bien es tonto o bien es un ladrón amnésico.
Lo de que es tonto no es maledicente por mi parte, es lo que subyace de su declaración
: "No se. No se. No me informaron. Yo sólo le daba el dinero y mi ex-socio hacia y deshacía. Sí, le hice caso a mi suegro en 2006 pero seguí colaborando puntualmente con las empresas [corruptas]" ¿ein? Bueno... que es empírico, que el tipo es tonto y 'presunto' ladrón.
Me atrevo a definirlo como 'Un Republicano infiltrado en la Casa Real' ¡qué gran favor le hace a la causa!
¡Señores/as Republicanos/as aprendan del interfecto y superen su movimiento en favor de la República!
Pues bien... esto sucedía mientras nosotros dormíamos como angelitos soñando con perfiles montañosos, caminos, sendas y pistas forestales.
Concluido el sueño despertamos a la realidad, calurosa realidad, que arrojaba un mercurio de 9ºC a las 8 de la mañana. Ya verás que risa nos va dar a las 12h con el sol en todo lo alto y nosotros igualmente altos en el Pico de Espadán.
La salida, prevista paras las 09h, se retrasa unos minutos pues la afluencia masiva de corredor@s (un@s 750) y el preceptivo control de cajón lo hacen inevitable.
Empieza la cuenta atrás, 29, 28, 27, 26.... el chiste le sale mal al Speaker pues pasamos tod@s de seguir el conteo desde tan atrás.
Reconvierte el asunto rápido y guasón y se pasa al ¡venga! 4,3,2,1... ¡A Correr!
Sed buenos y no piséis la flora autóctona y endémica y haced el favor de volver lo más enteros posible.
Quienes se dejen un trozo de cuadriceps, abductor o gemelo serán penalizados con 1 vuelta al campo de futbol del colegio en el que termina la carrera.XD
A punto estuve de tener que dar 4 vueltas....
Nos faltó gritar ¡Viva San Fermín! o ¡San Fartón!, (bollo alargado especial para tomar con Horchata) algo más apropiado para ésta zona de España.
Salimos como si fuese un diezmil, ¡la madre que me parió! ¡Cuánta energía cinética mueve la locura!
No tardamos en moderarnos, obviamente, para no morir en el kilómetro 5.
Al ser el principio muy favorable no importaba demasiado pero no era cuestión de abusar de la confianza que unos músculos aún fuertes nos imprimen.
Me pego a Celso. ¡Ya! ¡qué sí! que ya lo se... que soy el primero que lo dice: "¡No sigas a Celso!"
Si no eres de su planeta no te conviene y a tus cuadriceps menos... pero es que soy incorregible y Celso es el Jefe, (y yo un pelota de cuidao) ;-p
Como era de suponer en el kilómetro 5 me conformo con verle la camiseta, lo cual consigo hasta casi el 10. ¡Mi primer triunfo del Maratón! jejeje. (mi pequeño podium personal)
En éste punto Carlos J. de la Mancha se encuentra entre los 50 primeros seguido de Celso. Más atrás RunnerChef (that's me) y Andrés 'Mechas' ambos seguidos, no muy lejos, por Forres Juan y Juan Luis 'Yonhey'.
Sobre el km 26 todos supimos nuestro puesto en la clasificación general gracias a una montañera que nos iba contando como a tiernos corderillos que van al matadero...
Os aseguro que imagino la escena y me veo balando como el que más... ¡qué dura la bajada!
Éste es el punto dónde todos nos sorprendimos sobremanera. Según teníamos entendido después de coronar el Pico Espadán se bajaba por pista más o menos transitable. Pues no fue así.
La subida, según lo previsto, fue conforme a la idea que llevábamos. Llevadera en algunos tramos largos y jodidamente picada en algunos otros más cortos.
Estos eran los tramos que te destrozaban, en mi caso, los cuadricpes. Se hacía difícil subir manteniendo un equilibro razonable. Parecía que íbamos con unas copas de más.
Hay que destacar que muchos senderos estaban al borde de bonitos balcones a lo que asomarse pero PROHIBIDO TROPEZAR o te calzabas un hostión de unos pocos de metros de pedregosa caída.
¡Eso sí! Preciosos dichos senderos.
Estos fueron los tramos que más disfrute así como también las sinuosas bajadas entre árboles antes de emprender la subida final. Que, bueno... resulto no ser la última ¡Malditos Organizadores! :D
Sobre la bajada, ¡uf! ¡qué fatiga! Empieza casi vertical para llegar a una pista forestal pero antes... tienes que pasar pedreras interminables y senderos abruptos.
Es transitable pero el cansancio en los músculos hace mella y el calor ni os cuento... me bebí hasta un buen vaso de Mistela en uno de los avituallamientos. Por cierto, geniales, tenían de todo en todos. Un 10 a la Organización y voluntari@s.
Y llegamos a la pista y todos pensamos: "bueno, se acabaron las piedras, a ver si troto un poco y al tran tran llego a meta manteniendo el ritmo" ¡Wrongggg! ¡Error! La pista era más corta que la de esquí del Xanadú. Vuelta a senderos y piedras, alguna menos que antes.
Me animo y me pongo a soñar que soy Miguel Heras (al menos mi DNI dice que "soy" de Nava de BÉJAR)
Senderito pa`lante y a saltar entre las piedras y las raíces de los árboles. Ritmo majete y disfrutando en el zig zag constante del recorrido hasta que se cruza en mi camino una rama de zarza que me engancha el pañuelo (y se lo queda, ladrona. La rama Urdangarina la vamos a llamar) me giro por cuestión de reflejo, pierdo pie y, ¡zas!. Doy con mis huesos, mis músculos (esto es lo peor) y mi culo en el suelo. Caída elegante a la par que discreta pues no tuve espectadores en el momento justo.
Urdangarina me devuelve mi pañuelo (previo pago de una comisión a nombre de su hijo, para asegurar su futuro dice...)
Un poco dolorido, sobre todo el orgullo, me levanto y prosigo camino. Ya empiezo a notar que algo le pasa a mis piernas y no parece bueno...
En el kilómetro 33 empiezo a notar una sensación extraña. Mis cuadriceps están amagando con declararse en Huelga General. Primera advertencia para iniciar la negociación.
Procedo a ello. Se ponen duros (literal). No se avienen a razones (ni a volver a su lugar dentro de mi pierna pues parece que se quieren salir de mi cuerpo).
Consiguen su objetivo y paran la producción. Claudico y me detengo a un lado del camino.
Hablo con ellos: 'Vamos chicos, que estamos en medio de ninguna parte, no seáis cabrones. Sí, ya se que os he machacado con horarios poco razonables y exceso de carga de trabajo pero hablemos. Somos un equipo. Tenemos que salir de esta coyuntura juntos. Negociemos'
Lentamente empiezo a andar y ¡joder! casi no puedo. Me acojono. Si me piden abandonar en ese momento lo hago sin poner pegas (y les aumento el sueldo en ocio pasivo y lo que quieran).
Por mi cabeza pasan: Alto Sil (la va correr San Sil Vestre), Transvulcania (la va a correr el Dios Vulcano solito sólo), Sobrarbe (cualquier 'sobrao' menos yo)
La cordura llama y me espanta estos estúpidos pensamientos, no es el momento.
Poco a poco recupero cierta movilidad y consigo andar al ritmo de mi abuela nonagenaria pero me conformo. De 0 a 2 Km/h en 15 minutos pero no se puede pedir más.
3, 4, 5, 6 Km/h y casi casi a punto de poder trotar. Lo hago y compruebo, sorprendido, que puedo.
Me llega el fuelle hasta el último avituallamiento antes de meta (Km 37).
A partir de aquí mi 'calvario muscular' aparece y desaparece como el Guadiana. Lo que parecía más 'sencillo' ha resultado ser lo más jodido por el desgaste acumulado y la carga masiva en las piernas.
Los últimos 2 kilómetros de carrera los hago andando integramente por miedo a que los cuadriceps me monten un piquete incontrolado y 'me quemen' la empresa.
Además... al menos en meta hay que intentar entrar, siquiera, al trote ;-)
Y así llegué. Sufriendo como pocas veces lo he hecho pero con la satisfacción infinita de haber salido bien parado de la situación y haber podido sobreponerme física y mentalmente a tan durísima prueba.
Ahora bien, en el Km 35 no hubiese escrito esto. Hubiese prendido fuego a las zapatillas y tirado mi ordenador al punto de reciclaje más cercano.
5 horas y 48 minutos después del pistoletazo de salida estaba agotado y muerto de sed pero la sonrisa no me cabía en el corazón (los músculos de la cara habían dejado de funcionar temporalmente)
Y es que así es un Maratón de Montaña, quien lo corrió lo sabe.
©RunnerChef
Madrid, 28 febrero 2012
Conveniente y estratégicamente alojados por Yonhey Travel ;-) nos repartimos entre un apartamento muy confortable y un hotel para el jefe de la Agencia de Viajes y Andrés.
A las 18:30h ya estábamos con nuestros dorsales en la mano y con los nervios empezando a funcionar.
El equipo estaba completo con la llegada desde Alcoy de Andrés y procedía, por tanto, buscar abrevadero (para hidratarse a conciencia) amen de los calores que íbamos a sufrir al día siguiente. Así lo hicimos.
La pena es que por más vueltas que dimos por el pueblo no encontramos ningún Karoke :-(
Se aprobó por mayoría cenar en el Hotel María de Luna (que alojaba a parte de la expedición, a la cual 'insistían' en cargarle el precio de la cena en su cuenta de la habitación, jejeje)
Cenamos muy bien y por un precio muy razonable, al final pagamos a escote :D
Después de una tranquila sobremesa nos dispusimos a ir 'cada mochuelo a su olivo' o mejor 'cada loco a su diván' y a dormir que ya iba tocando.
Lo de que es tonto no es maledicente por mi parte, es lo que subyace de su declaración
: "No se. No se. No me informaron. Yo sólo le daba el dinero y mi ex-socio hacia y deshacía. Sí, le hice caso a mi suegro en 2006 pero seguí colaborando puntualmente con las empresas [corruptas]" ¿ein? Bueno... que es empírico, que el tipo es tonto y 'presunto' ladrón.
Me atrevo a definirlo como 'Un Republicano infiltrado en la Casa Real' ¡qué gran favor le hace a la causa!
¡Señores/as Republicanos/as aprendan del interfecto y superen su movimiento en favor de la República!
Pues bien... esto sucedía mientras nosotros dormíamos como angelitos soñando con perfiles montañosos, caminos, sendas y pistas forestales.
Concluido el sueño despertamos a la realidad, calurosa realidad, que arrojaba un mercurio de 9ºC a las 8 de la mañana. Ya verás que risa nos va dar a las 12h con el sol en todo lo alto y nosotros igualmente altos en el Pico de Espadán.
Empieza la cuenta atrás, 29, 28, 27, 26.... el chiste le sale mal al Speaker pues pasamos tod@s de seguir el conteo desde tan atrás.
Reconvierte el asunto rápido y guasón y se pasa al ¡venga! 4,3,2,1... ¡A Correr!
Sed buenos y no piséis la flora autóctona y endémica y haced el favor de volver lo más enteros posible.
Quienes se dejen un trozo de cuadriceps, abductor o gemelo serán penalizados con 1 vuelta al campo de futbol del colegio en el que termina la carrera.XD
A punto estuve de tener que dar 4 vueltas....
Nos faltó gritar ¡Viva San Fermín! o ¡San Fartón!, (bollo alargado especial para tomar con Horchata) algo más apropiado para ésta zona de España.
Salimos como si fuese un diezmil, ¡la madre que me parió! ¡Cuánta energía cinética mueve la locura!
No tardamos en moderarnos, obviamente, para no morir en el kilómetro 5.
Al ser el principio muy favorable no importaba demasiado pero no era cuestión de abusar de la confianza que unos músculos aún fuertes nos imprimen.
Me pego a Celso. ¡Ya! ¡qué sí! que ya lo se... que soy el primero que lo dice: "¡No sigas a Celso!"
Si no eres de su planeta no te conviene y a tus cuadriceps menos... pero es que soy incorregible y Celso es el Jefe, (y yo un pelota de cuidao) ;-p
Como era de suponer en el kilómetro 5 me conformo con verle la camiseta, lo cual consigo hasta casi el 10. ¡Mi primer triunfo del Maratón! jejeje. (mi pequeño podium personal)
Sobre el km 26 todos supimos nuestro puesto en la clasificación general gracias a una montañera que nos iba contando como a tiernos corderillos que van al matadero...
Os aseguro que imagino la escena y me veo balando como el que más... ¡qué dura la bajada!
Éste es el punto dónde todos nos sorprendimos sobremanera. Según teníamos entendido después de coronar el Pico Espadán se bajaba por pista más o menos transitable. Pues no fue así.
La subida, según lo previsto, fue conforme a la idea que llevábamos. Llevadera en algunos tramos largos y jodidamente picada en algunos otros más cortos.
Estos eran los tramos que te destrozaban, en mi caso, los cuadricpes. Se hacía difícil subir manteniendo un equilibro razonable. Parecía que íbamos con unas copas de más.
Hay que destacar que muchos senderos estaban al borde de bonitos balcones a lo que asomarse pero PROHIBIDO TROPEZAR o te calzabas un hostión de unos pocos de metros de pedregosa caída.
¡Eso sí! Preciosos dichos senderos.
Estos fueron los tramos que más disfrute así como también las sinuosas bajadas entre árboles antes de emprender la subida final. Que, bueno... resulto no ser la última ¡Malditos Organizadores! :D
Es transitable pero el cansancio en los músculos hace mella y el calor ni os cuento... me bebí hasta un buen vaso de Mistela en uno de los avituallamientos. Por cierto, geniales, tenían de todo en todos. Un 10 a la Organización y voluntari@s.
Y llegamos a la pista y todos pensamos: "bueno, se acabaron las piedras, a ver si troto un poco y al tran tran llego a meta manteniendo el ritmo" ¡Wrongggg! ¡Error! La pista era más corta que la de esquí del Xanadú. Vuelta a senderos y piedras, alguna menos que antes.
Me animo y me pongo a soñar que soy Miguel Heras (al menos mi DNI dice que "soy" de Nava de BÉJAR)
Senderito pa`lante y a saltar entre las piedras y las raíces de los árboles. Ritmo majete y disfrutando en el zig zag constante del recorrido hasta que se cruza en mi camino una rama de zarza que me engancha el pañuelo (y se lo queda, ladrona. La rama Urdangarina la vamos a llamar) me giro por cuestión de reflejo, pierdo pie y, ¡zas!. Doy con mis huesos, mis músculos (esto es lo peor) y mi culo en el suelo. Caída elegante a la par que discreta pues no tuve espectadores en el momento justo.
Urdangarina me devuelve mi pañuelo (previo pago de una comisión a nombre de su hijo, para asegurar su futuro dice...)
Un poco dolorido, sobre todo el orgullo, me levanto y prosigo camino. Ya empiezo a notar que algo le pasa a mis piernas y no parece bueno...
En el kilómetro 33 empiezo a notar una sensación extraña. Mis cuadriceps están amagando con declararse en Huelga General. Primera advertencia para iniciar la negociación.
Procedo a ello. Se ponen duros (literal). No se avienen a razones (ni a volver a su lugar dentro de mi pierna pues parece que se quieren salir de mi cuerpo).
Consiguen su objetivo y paran la producción. Claudico y me detengo a un lado del camino.
Hablo con ellos: 'Vamos chicos, que estamos en medio de ninguna parte, no seáis cabrones. Sí, ya se que os he machacado con horarios poco razonables y exceso de carga de trabajo pero hablemos. Somos un equipo. Tenemos que salir de esta coyuntura juntos. Negociemos'
Lentamente empiezo a andar y ¡joder! casi no puedo. Me acojono. Si me piden abandonar en ese momento lo hago sin poner pegas (y les aumento el sueldo en ocio pasivo y lo que quieran).
Por mi cabeza pasan: Alto Sil (la va correr San Sil Vestre), Transvulcania (la va a correr el Dios Vulcano solito sólo), Sobrarbe (cualquier 'sobrao' menos yo)
La cordura llama y me espanta estos estúpidos pensamientos, no es el momento.
Poco a poco recupero cierta movilidad y consigo andar al ritmo de mi abuela nonagenaria pero me conformo. De 0 a 2 Km/h en 15 minutos pero no se puede pedir más.
3, 4, 5, 6 Km/h y casi casi a punto de poder trotar. Lo hago y compruebo, sorprendido, que puedo.
Me llega el fuelle hasta el último avituallamiento antes de meta (Km 37).
A partir de aquí mi 'calvario muscular' aparece y desaparece como el Guadiana. Lo que parecía más 'sencillo' ha resultado ser lo más jodido por el desgaste acumulado y la carga masiva en las piernas.
Los últimos 2 kilómetros de carrera los hago andando integramente por miedo a que los cuadriceps me monten un piquete incontrolado y 'me quemen' la empresa.
Además... al menos en meta hay que intentar entrar, siquiera, al trote ;-)
Y así llegué. Sufriendo como pocas veces lo he hecho pero con la satisfacción infinita de haber salido bien parado de la situación y haber podido sobreponerme física y mentalmente a tan durísima prueba.
Ahora bien, en el Km 35 no hubiese escrito esto. Hubiese prendido fuego a las zapatillas y tirado mi ordenador al punto de reciclaje más cercano.
5 horas y 48 minutos después del pistoletazo de salida estaba agotado y muerto de sed pero la sonrisa no me cabía en el corazón (los músculos de la cara habían dejado de funcionar temporalmente)
Y es que así es un Maratón de Montaña, quien lo corrió lo sabe.
©RunnerChef
Madrid, 28 febrero 2012
