Pero... quizás os preguntaréis: ¿Cómo llegaste a saberlo?
El caso es que me dije:
"esto de la mili son 9 meses y sólo pasa una vez en la vida, ¿y si la hago en La Legión?"
Una reflexión muy madurada, casi tanto como decidir si comprar una barra de pan de bandeja o una chapata, cosas de la edad, supongo.
Acepté el envite y dí mi palabra de partir con ellos al día siguiente.
Pero a mi padre le da un
chungazo cuando me ve preparando el petate en casa... El susto fue grande y no quedó más remedio que tratar de dar marcha atrás en la decisión no fuese que si finalmente cojo el tren a Almería mi padre 'comprase' billete al cementerio. Legiones hay muchas y padre no hay más que uno.
Tenía pues que renunciar a lo acordado con el Alférez legionario si es que esto era posible.
Llego al cuartel a mi hora y mientras pasan lista y respondo ¡Presente!, a mi apellido, el sargento se para y dice:
- ¡Pero coño Álvarez! ¿usted no tenía que estar en un tren camino de Almería? -
- Pues... efectivamente mi Sargento... como le explico... -
Me sacaron de formación y tuve que ir a la puerta del Cuartel General de la Base dónde, en pleno agosto, tuve que estar cerca de 6 horas en 'firmes'
(con algún extemporáneo 'descanso') sacando todo mi orgullo para no caerme al suelo ni hacer gestos de dolor hasta que pudiese resolver el asunto con el Alférez legionario.
A las 14h diviso al Alférez acercarse a mí impecablemente vestido y con sus reglamentarios guantes blancos bien ajustados y... ¡glups!, empieza a quitarse uno de ellos y clavar sus pupilas en mis pupilas dilatadas por el sol...
¿que quién se va a a llevar una hostia? La respuesta: Soy yo.
Segundos para pensar que dientes perderé y si es mejor apretar la mandíbula o dejarla suelta. No me da tiempo a tomar ninguna decisión concreta pues, milagrosamente, un Brigada del Cuartel General sale en mi auxilio, cruzándose entre el Alférez de la mano desnuda y servidor, e intercambiando unos saludos y unas palabras logra librarme de la mayor hostia que podría haber recibido en toda mi vida.
Uffff.... que alegría pensar lo que me iba a ahorrar en el dentista gracias a éste Brigada salvador. Debo decir que entendía al Alférez pues desde su punto de vista es una falta al honor y eso a un legionario le escuece en el alma y a mí también.
Este hecho no me hizo sentirme orgulloso pero sí el hecho de anteponer a mi padre por encima de cualquier otra cosa del mundo y asumir perder los dientes por ello.
Es así como se frustró mi ingreso en La Legión y desde ese día he tenido el ansia de ser legionario, siquiera por un día, de estar en un cuartel, de comer su rancho, de ver un día de su servicio a la sociedad.
Justo en ese momento mi idea primera sobre correr 101 Kms pasó a un lado de mi cerebro que dijo:
"¡algún día voy a correr esta carrera!"
La primera vez que me puse un dorsal el mi vida fue en 2007 y seguía pensando que correr 101 kms era de locos pero... aquello que pensé en la mili, aquello de La Legión de Ronda... quizás, sólo quizás, debería intentarlo....
***Actualización: Versión Extendida de la Primera Parte de esta Crónica [pincha aquí]
Y aquí estoy 17 años después cumpliendo con mis pensamientos....
Lo más difícil de esta carrera es conseguir dorsal... es toda una lotería pero no al 100% pues, si le pones un poco de empeño puedes aumentar tu probabilidad de conseguirlo.
Yo me pre-inscribí 4 días antes porque me acordé de repente. Ayudó bastante que estaba en el mismo Ronda pasando unos días de descanso con Jennifer.
Cuando abrieron inscripciones no tenía la más mínima expectativa. Lo iba a intentar porque no me costaba nada e iba a ser una cuestión de minutos. Si consigues conectar con el servidor en los 30 primeros segundos de apertura de inscripciones es posible consigas dorsal y así fue :)
El siguiente paso era saber cuánt@s entre los amig@s y/o conocid@s habían tenido suerte. A los pocos días ya estábamos en contacto
Rafa 'Wally', Miguel García, Jose Luis 'Chanclas' y servidor preparando la logística.
El último en llegar a Ronda soy yo, entre otras cosas porque
¿sabíais que hay un tren Madrid-Ronda? ¿No?. Pues yo tampoco hasta justo una semana antes por pura casualidad hablando con Jose Luis.
El caso es que
fui en tren hasta Málaga y allí alquilé un coche para llegar a Ronda.
Menos mal que al final el coche nos fue muy útil pues de lo contrario me hubiese sentido 100% el tipo más gilipollas del planeta
(al final la cosa quedó en el 40%) ;-)
Tiempo justo para coger dorsal e ir a la cena de pasta ¡y qué cena! Llevo en Ronda 15 minutos y ya estoy flipando con la Organización, carteles en cada calle, en cada giro, en cada rotonda, indicando dónde esta cada cosa: polideportivo (para el dorsal), salida, cena de pasta, etc. Imposible perderse.
Teniendo en cuenta que
los participantes seremos 7.000 almas y sumando acompañantes, la cosa se dispara. Uno tiende a pensar que la cena de pasta puede ser una puta locura con colas interminables. Error. Señores, señoras, organiza La Legión.
Aquí ya cabe apuntar como el respeto que infunde el uniforme en sí mismo hace que las cosas vayan más fluidas. Los legionarios y legionarias
nos tratan con una educación exquisita. Nos hacen sentirnos como si estuviéramos en nuestra propia casa y nosotros, obviamente, respondemos como personas agradecidas y facilitamos al máximo cada proceso.

En menos de 5 minutos teníamos en nuestras manos una bandeja con
macarrones boloñesa, ensalada campera, un yogur, un chusco de pan, y una botella de agua. Todo exquisito y en abundancia. No hizo falta irse a completar cena a ningún bar como suele ser habitual en las
'pasta party' de otras carreras.
La salida será a las 11:00h del sábado 10 de mayo después de que hayan salido los 4.000 ciclistas, por tanto, y a tenor de las previsiones meteorológicas de los días anteriores,
va a hacer un calor de cojones. Esto nos tiene más preocupados que la propia distancia o los desniveles de la prueba.
Desde la recogida del dorsal no nos separamos del agua ni del isotónico para estar bien hidratados en la salida.
Como es habitual en estos casos se duerme, no mucho, pero se duerme. Las mochilas ya han quedado preparadas la tarde anterior pero a pesar de eso aún seguimos con las dudas de si mejor esto aquí o esto allá, si será necesario ropa de abrigo para la noche o si no... etc etc etc.
Aún no ha sonado el despertador y ya estamos todos despiertos y con ganas de ir saboreando el ambiente y de tomar un buen desayuno.
Antes de las 9 de la mañana ya hemos aparcado en Ronda y tranquilamente vamos andando hacia la salida con la idea de parar antes en un bar a desayunar.
Corredor@s y Marchador@s de la zona nos saludan y preguntan de dónde venimos y si ya conocemos la carrera. Ya se respira ambiente de fiesta.
El desayuno es en el
Café-Bar Maestro, muy recomendable. El
pan con tomate está de escándalo y los que optaron por
mollete de jamón (ibérico) no articularon palabra hasta dar buena cuenta del mismo. El
café también buenísimo y ambiente local.
Incluso tenían su 'borracho oficial' y mucha paciencia para bregar con él.
El amigo en cuestión, que tenía algún que otro problema más, aparte de ir como una cuba, estaba haciendo
su particular 'Cientuno' de botellines pero el señor tabernero-avituallador estaba ya un poco cansado de su reto y le había cortado el grifo. Resumiendo... que se negó a sellarle el Pasaporte Cervecero.
Llegamos a la salida en el Campo de Fútbol y seguimos flipando con la Organización.
Legionarios apostados en todos los lugares dando información y dirigiendo la gente. Todo transcurre fluido y festivo. Hay algo de cola para entrar al campo pues hay que sellar el pasaporte legionario.
A nadie se le ocurre colarse o hacer el capullo. Una vez más
se demuestra que en ocasiones el principio de autoridad y saber ejercerlo son fundamentales para que las cosas salgan perfectas.
Nos sorprende gratamente ver que el gran
@albBarrantes, El Tío del Megágono, tiene aquí su versión legionaria 3.0
Gracias a él y a otros muchos militares a voz en grito, la entrada al cajón es fácil y sin agobios.
Todavía queda una hora para la salida pero no nos importa
(a pesar del calor) pues el ambiente es impresionante y también va a ser bonito disfrutar de la salida de las bicis.
En bicis participa
Paco, amigo de Dido, que conocimos en la recogida del dorsal. ¡Un gran tipo, si señor! Lástima que ya no pudimos vernos más pero espero volvamos a coincidir en algún evento deportivo o cervecero.
Por cierto,
es espectacular ver 4.000 bicicletas en fila unas tras otras... una pasada.
Se acerca la hora y
el Coronel Jefe de la BRILEG (Coronel Martín Cabrero) ya está junto a
la Alcaldesa de Ronda (María Paz Fernández) listo para dar un pequeño discurso y entonar los vivas reglamentarios.
Como se puede ver en el video me dejé
(nos dejamos) llevar por la emoción del momento y casi nos quedamos afónicos en los gritos.
En cuanto al ¡Viva España! bueno... está bien... que viva, al igual que cualquier otro país del mundo. En cuanto ¡Viva el Rey! joder... ¡vaya cagada por mi parte!
Ni en mi jura de bandera había respondido a este viva. Hice mutis con todas mis fuerzas pero, en esta ocasión, se me escapó, cagüen todo....
Y, el ¡Viva La Legión! Ese sí, ese sí le grité con gusto.
Por otra parte soy de los que piensan que mejor si no existiesen los ejércitos y mucho menos las banderas (de nada) pues la humanidad se habría ahorrado muchas muertes, penas y disgustos.
En fin... sigamos.
Cuenta atrás y 101 Kms por delante. La emoción me atrapa pues ¡lo ha dicho el Coronel!:
"hoy tod@s sois legionarios" y siento que, de alguna manera, siquiera por un día, voy a cumplir mi "sueño" de ser legionario.
El
km 76 será un acuartelamiento de La Legión. Esto me da fuerzas extraordinarias pues voy a pisar un cuartel legionario.
Esta carrera tiene varias metas para mí y esta es una de ellas.
El
ambiente en las calles de Ronda es espectacular. Cientos de personas hacen pasillo por sus calles y nos jalean incansables y esto se repite durante todo el recorrido y a todas horas.
Los pasos por los pueblos:
Alcalá del Valle, Setenil de las Bodegas, Arriate, Montejaque y Benaojan igualmente espectaculares y llenos de gente así fuesen las 12 de la mañana o las 2 de la madrugada.
Salimos los 4 juntos pero con ritmos diferentes.
Rafa y Miguel se destacan un poco por delante y yo decido descolgarme un poco pues hemos perdido a
Jose Luis.
Le veo y
me pego a sus sandalias. Le pregunto si quiere que enganchemos con Miguel y Rafa y me dice que mejor no, que prefiere ir a su ritmo, muy tranquilo que el calor es peligroso.
Yo me había hecho a la idea de lo mismo,
cuidarme del calor lo máximo posible y, cuando amaine el Lorenzo, correr más tramos si las piernas pueden.

Me quedo con
Jose Luis y
hacemos juntos justo la mitad de la prueba reservando todo lo posible y no dejándonos llevar por la emoción en tramos muy corribles pero con una
temperatura cercana a los 30ºC (y son las 12 de la mañana).
La premisa es no correr por debajo de 6'30" (casi lo conseguimos aunque la más de las veces íbamos a 6' o poco menos) y cuidarnos del sol en todo momento.
En este punto
el amigo 'Chanclas' ya se ha convertido en una estrella mediática del 'cientounismo' siendo entrevistado por una TV Local,
Canal Carry Televisión. ;-)
Desde ese momento ya es un no parar....
múltiples corredores le "persiguen" y preguntan porque corre con sandalias, si es que ha hecho una promesa o algo. Es el tipo más preguntado de la carrera y su paciencia es infinita, asombrosa y encomiable.
Lo que más decía la gente eran frases del estilo:
"ole tus cohones quillo, tienes más güebos que todos nosotros juntos y más mérito que el primero en meta"
A lo que
Jose Luis respondía, una y otra vez, sin perder la compostura y con impecable educación:
"el mérito es el vuestro que lleváis el pie cocido ahí dentro, yo voy tan fresquito"
Inapelable frase del maestro que introducía a una buena e instructiva conversación sobre beneficios, o no, del
'descalcismo' tan de moda en estos tiempos.
Aprendí muchísimo sobre minimalismo pero lo más importante que aprendí es como se gestiona el trato de una pregunta recurrente cada 3 kms sin perder la paciencia ni las ganas de explicar los porqués a todo aquel/aquella que mostraba interés verdadero en el asunto.
Con plena admiaración por este hecho y lo bonito compartido que llevábamos recorrido, justo sobre el Km 51, me despido de Jose Luis y emprendo camino en solitario.
Estos primeros 50 Kms eran los más corribles del trazado pero el sol impedía animarse en exceso. Quienes no tuvieron en cuenta este hecho y se dejaron llevar por un terreno favorable y las fuerzas aún incólumes, a las 17h estaban tirados por las cunetas buscando las poquísimas sombras que tenía el recorrido.
Como anécdota (real) a esto de la falta de sombras deciros que muchas partes en llano en las que íbamos trotando a ritmo 'sin prisa pero sin pausa' en el momento en que vimos una sombra nos pusimos a andar para que la sombre durase más :-)). Al final de la sombra, vuelta al trote.
Habiendo agua cada 5 Kms (además de otros puntos extra que hacían los vecinos en las puertas de sus casas) el peligro de deshidratación sólo podía suceder por pura inconsciencia personal.
El
tema de los "avituallamientos extra" es impresionante. La gente de la zona se vuelca en cuerpo y alma con la prueba.
Te ofrecen su agua, su comida, sus casas, lo que necesites. Se te ponen una ganas irreprimibles de abrazar a todo el mundo que te ofrece algo.
Llegamos ya al
primer punto importante de la carrera, Setenil de las Bodegas,
Km 56. Comida y área de descanso para comer algo. Mochila para coger o dejar cosas para que te las lleven a meta.
Según entras en el área, una vez más, la disciplina y el buen hacer legionario te dirigen a cada punto que necesitas
: "¡Buenas tarde caballero! Agua y avituallamiento a su derecha, aréa de descanso a su izquierda, arriba. Mochilas, enfrente. Salida, al fondo ¡Buen trabajo señores!"
Cambio de calcetines
(que gusto madre) y dejo bastones
(no hacen falta para nada en esta prueba, si acaso para el final pero ya llegaremos a ese punto...)
En avituallamiento te ponen en la mano
un tercio de tableta de chocolate, un sandwich de jamón york y queso y una bolsa de pistachos y te ofrecen una
cocacola fresquita (que sabe a gloria)
Nueva capa de protector solar pues aunque ya está atardeciendo no conviene confiarse. Vaselina entre las piernas (más por frotarme las piernas que por necesidad).
Saludo a un
nuevo amigo del Tierra Trágame que me he ido encontrado un muchos tramos ¡bendita plaga de loc@s estos del tierra! y cojo la salida, al fondo, tal como se me ha indicado.
Allí
unos chavales voluntarios nos dan una luminaria para que se nos vea por la noche. La Organización siempre atenta a cada detalle. ¡Sublimes!
Como el Lorenzo ya ha dejado de pegar con toda su alma y mis piernas aún parece que están para fiestas...
empiezo a correr de continuo esperando que las cuestas finales sean del estilo a las primeras, pero no... joder que final más duro... no me lo esperaba.... aquí hubiesen ayudados los bastones...
Me enchufo un poco el MP3 como ya hice en
101 peregrinos el pasado año. Empiezo temas lentos de
Ismael Serrano, un concierto básico muy interesante y luego me enchufo a
Lori Meyers y me pongo a rodar como loco con los temazos de su disco
Cronolánea (2008) y justo en el momento que llega
Luces de Neón veo en lontananza la camiseta inconfundible de Wally y a su lado a Miguel.
Les adelanto para foto, charlamos un ratejo para darnos ánimos unos a otros y les digo que vengo corriendo y aún algo fuerte y que, por tanto, voy a seguir mi ritmo. Nos veremos después en el acuartelamiento cenando.
La
entrada al cuartel fue muy emocionante para mí. Me quedé plantado en la puerta un par de minutos contemplando la entrada y pensando:
"¿qué habría sido de mi vida si me hubiese ido a La Legión? ¿Quizás estaría ahora aquí dentro dando de cenar a toda esta pandilla de loc@s que hacen 101Kms andando, corriendo o en bici?"
No hay respuesta a ninguna de las dos preguntas pues de cualquier forma estoy muy satisfecho con la evolución que lleva mi vida. Se me ocurre que de haber sido legionario igual jamás hubiese conocido a Jennifer, o sí... vaya usted a saber...
Disfruto como un crío de cada zancada que doy por dentro del cuartel mirando a cada esquina, a cada edificio a cada vehículo.
Lamento no haber llegado de día pues hubiese podido apreciar muchos más detalles. Voy tan distraído con lo que veo que me meto en el área del duatlón y me indican amablemente que, salvo que tenga una bicicleta aparcada en esa zona voy mal, que me debo dirigir al edificio que está a mi espalada a sellar pasaporte para la cena.
De nuevo
espectacular la gestión de la cena. Como buenos anfitriones nos habían cedido todo su espacio quedando la cena de los legioanri@s que estaban de servicio en una mesa supletoria en un rincón del gran comedor.
Cena a base de
hamburguesa (Nota: mismo proveedor que en 1997. Recuerdo perfectamente esa textura y ese inconfundible sabor "único"),
ensalada de arroz, patatas fritas, un delicioso y reconstituyente
caldo y un
yogur de chocolate.
Creo poder demostrar que posiblemente esta prueba es la única de 101 Kms en la que l@s participantes en vez de perder peso lo ganan. XD
En este punto también se podía dejar mochila y aprovecho para aligerar un poco más el peso de la misma y cojo unos manguitos por si baja la temperatura aunque todo apunta a que no y a que estoy paseando el cortavientos para no usarlo pero mejor tenerlo encima siempre por lo que pueda pasar.
Al salir del cuartel hay un buen tramo favorable y mayoritariamente cuesta abajo pero los veteranos ya habían avisado que desde aquí comenzaba lo más duro.
Corro lo máximo que puedo hasta que llegan las cuestas fuertes y ahí no me queda más que andar (y gracias). La verdad no esperaba las cuestas del final tan duras e intensas.
Esta es la parte, seguro, más bonita del recorrido. Caminos algo más técnicos y algún que otro sendero que hace imaginar una vistas campestres preciosas pero al pillar por la noche te las pierdes.
No obstante ganas otras cosas. La sensación de correr de noche con tu frontal en la cabeza es algo que gusta por lo poco frecuente (al menos en mi caso).
La llegada a
Benoajan sobre las 12:30 de la noche es un punto extra de motivación por el gran ambiente en las calles.
Ya está cerca una de las dos bestias negras que tenemos que sortear.
La
subida y bajada a La Herrmita es demoledora, mucho más de lo que imaginaba viendo el perfil y, obviamente, por los kilómetros acumulados en las piernas.
Superada la 'súper tachuela' intento recuperar un ritmo de trote estable pero cuesta un huevo... Poco a poco lo voy consiguiendo contagiado por otros participantes que también se ven fuertes y se animan a correr y por otros a los que yo contagio y se me pegan a la mochila.
Entre unos y otros nos vamos motivando y vamos superando las ganas de parar. Mantenemos el trote y aún sonreímos.
Incluso algunos que aún van coexionados en equipo
(de 5 personas, había también marcha por equipos) se animan a contar algún chiste, ¡qué tipos más grandes!
Las piernas ya protestan que da gusto y aún queda la 'Cuesta del Cachondeo', el último 'puerto' que te lleva desde los bajos de la sierra a las calles de Ronda (que están en las alturas).
Aquí es dónde
empieza a salir el espíritu legionario de sacrificio y aprieto los dientes. Tengo que llegar, quiero llegar y voy a llegar, no tengo la más mínima duda.
En cada cruce de caminos, en cada avituallamiento, había un legionario que te daba las buenas noches y te dedicaba unas palabras de animo personalizadas.
Se acercaban a ti, te miraban a lo ojos y te decían:
"¡Vamos! ¡lo estaís haciendo muy bien! ¡lo vas a conseguir, con un par de... pantalones ¡legionario!"
El cuestorro que iba subiendo en ese momento tenía un desnivel considerable pero mi corazón pego un sprint que a punto estuvieron de secundar mis piernas.
Público civil también en muchos lugares. Llevaban todas las horas del día y ya de la noche animando a cada participante como si fuera el primero o la primera.
No se cuantas veces puede aplaudir y decir GRACIAS a tod@s los que nos animaban. No se cuantas veces "me cuadré" en los avituallamientos agradeciendo a cada legionario su trabajo, su dedicación y su entrega para con nosotr@s. Y se, que por el resto de mi vida, seguiré agradecido.
La 'Cuesta del Cachondeo' gracia, lo que se dice gracia... tiene poca. Subida serpenteante con un pavimento de piedras de río que a estas alturas de la película te parecen cuchillos afilados que quieren clavarse en todo tu cuerpo pero
ya se ve Ronda y el dolor pasa a ser secundario, un efecto secundario de lo principal que es llegar a Ronda, pisar sus calles y cruzar satisfecho y orgulloso el arco de meta.
Lo que si tuvo gracia fue ver pasar un Taxi Libre por al cuesta.
'El Taxi del Diablo' le bauticé por aquello de la tentación que suponía levantar la mano y gritar:
"¡Taxi! A Ronda por favor.."
¡Por fin! 1 kilómetro para meta,.
Que duro ha sido el final... no me lo esperaba tan sufrido pero ya da lo mismo, ya estoy a pocos metros de la
meta en el Parque de la Alameda.
Las
3:15 de la madrugada y la calle bastante llena de gente jaleando y aplaudiendo. Giro a izquierda para encarar la recta de meta y un soldado legionario se agacha para asegurarse de que hace contacto visual y te da la primera enhorabuena
(luego vendrán más en meta por parte de oficiales legionarios):
"muy bien hecho caballero. Lo ha conseguido. Enhorabuena"