XXXIII Maratón de Madrid 2010

25 de abril de 2010

XXXIII Maratón de Madrid
I 10 Km de Madrid
Web de la Carrera
Resultados detallados Maratón
Resultados detallados 10 Km

XXXIII Maratón de Madrid , 42,195 m. llenos de sensaciones.

Ahora lo se. Sin duda es así.

Hay un antes y un después en un Maratón.

El antes es la etapa de las ‘-itis’; nervios-itis, dud-itis y mied-itis.

El después es la etapa ‘-on’; subidón!!!

Pero entre ambas etapas hay muchos puntos que ir superando…

La semana anterior a la prueba es como si de repente hubieses tenido una regresión a la infancia y te vuelves ‘como gilipollas’ y le preguntas a todo el mundo que tienes que comer y….¡joder! está bien que aunque tengas entre 25 y 49 años tu madre, mujer o novia te compre la ropa interior pero….que también te digan qué, cómo, cuándo y dónde tienes que comer…¡es excesivo!

Y eso no es todo… los que nos consideramos ‘machotes’ empezamos con las dudas del tipo: ‘que me pongo tía’, ¿y sí esto me roza?, ¿y si me tira de la sisa?, ¿vaselina o tirita?, ¿carne, pescado o glucosa?, ¿dónde está mi acera? ¡Dios! Un ataque de ‘-itis’ a una semana de la prueba.

Incluso interrumpes tu recién iniciado proceso de apostasía por sí lo mismo en el km30 te tienes que encomendar a algún Santo Patrón del Atletismo Popular pues... ateo, SÍ! pero... por si acaso... cualquier ayuda es poca…

Y hablando de el km30, el muro le llaman….¡Ja! ¡Y una mierda muro! ¡¡¡Es un frontón!!! Al menos en Madrid. En mi cabeza sonaban los ecos de la charanga de mi pueblo que a toda trompeta y redoblante cantan aquello de ‘un pasito pa’lante y un pasito pa’tras’

Pero ya se sabe que no hay muro que dure más de 30 años ni dictadura más de 100 y sacas tu raqueta y tu mejor ‘drive’ de derecha y ¡a vencer!

Capítulo especial merece el párrafo anterior…..volveremos a él.

Los días siguen pasando inexorables. Como sin darte cuenta ya es sábado, el día D-1, 24 horas para el gran desembarco en el Paseo de Recoletos, hay que ir revisando el equipo de combate: dar aire a las zapatillas, velar la camiseta y el pantalón e ir pensando en descansar y dormir bien si no nos lo impide un nuevo ataque de ‘-itis’

Llegados a este punto empieza la reflexión interna. La misma que cuando tenías un examen en el insti para el que aunque estabas preparado, de repente, no te acordabas de nada y empiezas: ‘¡Decidido! Voy a dejar los porros…, ¡¡¡no estoy preparado!!! ¡Pero que coño digo! ¡Si yo no fumo!!! 
¿Habré corrido lo suficiente? Yo diría que no…¿y si salgo ahora y hago una tirada larga? ¡Pero que dices chaval! ¡Son las 3 de la madrugada del domingo! ¿estás seguro que no fumas porros?’

Tic-tac tic-tac tic-tac…..Rinnngggg ¡Hostias! ¿Es el despertador lo que suena o el teléfono del vecino? ¡Joderrr! Ya no hay marcha atrás…..Las 06:30h…..pues es el despertador! ¡Uff! Como pesa la sábana…¿o será la responsabilidad?

Bueno. Wake up chaval! Ha dicho nuestro jefe de equipo, entrenador y amigo Carlos Diesel ‘Majesty’ que estemos lo más tranquilos posible y que un buen desayuno es fundamental, sin hacer inventos raros. Lo de siempre pero un poco más que el camino hoy es más largo.
Como soy un chico obediente me voy para la cocina y pongo sobre la mesa todo lo que veo que es comestible o susceptible de serlo que para descartar habrá tiempo.

Unos minutos después cuando me disponía a llamar a mi colega Pedro Manuel, leonés de adopción y salmantino de pura raza que, al igual que quien les escribe, debuta en Maratón y ha viajado desde Ponferrada a tal efecto, eligiendo mi casa como ‘cuartel de operaciones’, lo que me hace estar particularmente orgulloso y es muy de agradecer tener alguien con quien compartir estos extraordinarios momentos, pues bien…Pedro ya estaba activo y con ganas de devorar el asfalto madrileño.

Desayunamos, nos vestimos y, obviamente, no podía ser de otro modo, un ‘espontáneo’ ataque de vanidad provocó que nos hiciéramos unas fotos antes de salir de casa lo que produjo un pequeño retraso en el horario previsto.

Llegamos al Metro y aún la vanidad se resistía a abandonarnos y nos vimos obligados a pedirle a un chaval (que estaba el pobre sobao pasiego) una foto.

Bajamos en Atocha y empezamos a recorrer el Paseo del Prado viviendo ya el ambiente previo de corredores que se mezcla con los individu@s trasnochados que desayunan antes de acostarse (a los RdB’s alguna vez también nos pasa)

El pequeño retraso vanidoso nos sitúa en el punto de encuentro, Banco de España, a las 08:10h por lo que pedimos nerviosas disculpas. El reparto previsto de billetes de 500€ o bien no se ha podido hacer por causas ajenas a la organización o bien nos lo hemos perdido por llegar tarde, nos salió poco rentable la vanidad ;-P

¡Y que inmensa alegría ver caras conocidas! Un montón de Runners de Barrio y amig@s y, que ambiente general. Estaba a unos segundos de empezar la etapa ‘-on’

Los presentes:

Pedro Manuel ‘Lion King’ con Albervarez ‘Myself’, Manu ‘ChampionMedias’ con Javi ¡Viva Málaga!, Jorge (con Tintín pero sin Milú), Brian ‘Oduinn’ con Simon ‘Cazakilómetros’ (sin Garfunkel…ya hice yo el chiste, malo malo malo, jejeje), Diarmaid ‘All-Together-One’ con Jose María (extra abrigado, tuvo que sudar la de Dios este hombre), Celso ‘the Power’ con Mónika ‘Ella la Más RdB’, Javi ‘Xaviola el Samurai’ con Francesco ‘Il capo’ (¡qué no llegó el último! que ya estabais pensando mal, bueno… alla fine….è venuto un po’in ritardo alla partenza), Victor Iniesta ‘guitarra carabanchelera de elbicho’ con sus pelos estupendos ;-), Rober ‘Caipirinha Man’ y, por supuesto, Carlos ‘Diesel Emperor’ (el albacea espiritual del Maratón)

Y un recuerdo para las ausentes:

Alber ‘Cadalso de los Vidrios’ (no sólo ausente sino también febril, que mala pata!), Andrés ‘PitagoRunner’ (pero presente en Atocha y meta para mi alegría y la de todos), Marcello ‘Crimsonking’ (con una rodilla en la salumeria (charcutería) pues aún le faltan kilómetros para superar esas molestias, ánimo Marcello, you´ll get it!), Miguel ‘El Ruso’ (un trabajo inaplazable reclamaba su presencia en Владивосток (Vladivostok), nada importante pero mejor no preguntéis… ;-P)

Ah! Debo hacer mención a Ricardo ‘Estrella’ que estuvo, aunque no le vimos, llegó algo tarde pero….¡joderrr! terminó casi el primero en 2h56’30” (211 en la general y 53 en su categoría) No podéis verlo pero estoy en posición de rezar el Corán en dirección a Recoletos manos arriba manos abajo, ¡por cierto! ¡Hostias las agujetas! ¡Tiran que da gusto!

Y bueno…..todos l@s demás que no vimos o no pudimos ver estuvisteis presentes en nuestro corazón atleta. ¡¡¡Gracias a todos, presentes y no presentes!!!

Bueno…..que….UN POCO LARGO ¿NO?….es lo que tiene….un maratón son muchos kilómetros y en pocas palabras no me cabe. Y el párrafo corto, sin duda, no se inventó para mí.

El baile empieza…..A la guitarra, lógicamente, Victor Iniesta y el Director de Orquesta, Carlos Diesel, comienza a dirigir a sus pupilos por la senda del Maratón…

Los nervios cunden por doquier, vuelve fugazmente la etapa ‘-itis’ y surgen pequeñas ‘ausencias’ de los presentes: fulano de tal que si necesita un baño público, mengano de cual que se va al seto a mear, otro que dice que tiene la boca de yeso y que se va a beber La Cibeles enterita antes de empezar, en fin… el resultado de el miedo escénico….

Conseguimos sacar a Carlos de su habitual templanza y, lo entendemos, somos como un grupo de colegiales imberbes con espinillas que habla a los gritos con voz estruendosamente aguda. Recordar que días antes hemos tenido una regresión a la infancia y esto es una réplica involuntaria.

El caso es que finalmente y con muy buen hacer y mano izquierda Carlos consigue dirigirnos a línea de salida (¡en fila de a uno y que no se me pierda ni Dios!).
Para su disgusto ya es un poco tarde y no podemos situarnos demasiado adelante en la línea de salida. Como bien comenta Celso en su crónica hay que “felicitar” a la Organización “por lo bien” distribuidos que estaban los cajones de tiempo de 10Km y Maratón.

Pero esto no preocupa en exceso, es un hecho sin demasiada importancia, tenemos 42km por delante para alcanzar cada uno su propio reto.

5, 4, 3, 2, 1,……¡¡¡Me voy pa’casa!!! ¡Ay madre! ¡Ay tía! ¡Aiba Patxi! ¡Que gentío! Imposible dar la vuelta, NO WAY OUT. En fin….. algún sabio dijo: si no puedes con ellos únete a ellos, comprobemos el teorema….

Cuanto loc@, ¡la locura se contagia! Estamos infestaditos perdidos……

¿Y que decimos los RdB’s? pues….YES, WE RUN!!! ¡Pues eso leches! To Run, A Correre. A Correr.

Las primeras zancadas…, ya es un hecho. La vacuna contra la locura no ha hecho ni una miaja de efecto.

Encabeza el ‘pelotón de los chiflados’ el General Charles imponiendo un ritmo PERFECTO de 5 min x km.

Algunos soldados de dicho pelotón van a atacar la cima de las 3h30’ y están a las órdenes del jefe sin fisuras.

Un servidor, que no es del mismo Bilbao, se ve en la necesidad de descolgarse de este pelotón allende el km9 por miedo a ser carne de Samur; algo que para nada entraba en mis planes.

Los chicos de 3h30’ van como la seda!!! Es un auténtico lujo verles correr y todo un privilegio para cualquier mortal poderles acompañar siquiera unos kilómetros.

Y que decir del jefe. Inconmensurable, inasequible al desaliento, recto y positivo, infundiendo toda su experiencia y fuerza en nosotros, pendiente de cada zancada que damos, de que no nos perdamos, de que todo el mundo se avitualle bien y se reagrupe después.

No hay suficientes adjetivos en ningún diccionario que puedan describir lo que sentí, me atrevo a decir, sentimos, en cada metro de la carrera gracias al apoyo constante de Carlos.
Antes, durante y después de la carrera ha sido mi referente principal para concluir con éxito este reto.

Cuando todas las palabras son demasiadas con una sola basta: GRACIAS.

A partir de este momento empezó mi carrera en “solitario”, entrecomillo la palabra por no ceñirse íntegramente a la realidad. En ninguna carrera estás sólo, esto es algo que yo ya sabía y, en un Maratón, comprobé, que mucho menos.

Tu cabeza esta llena de pensamientos positivos, de tu gente a la que quieres, de tu familia, de las cosas bonitas de la vida, de la morena preciosa que te anima, de esa otra, rubia, que tienes los ojos más bonitos de Madrid. Del niñ@ que extiende su mano para que la choques a tu paso, en fin... ¡qué se magnifica todo y es genial!

La gente en todo el recorrido es algo excepcional. Sin duda toda ese gente ‘anónima’ que te anima es en una gran parte responsable de que termines el Maratón.

Pasar por la Puerta de el Sol y la Calle Mayor pone los pelos de punta literalmente, pero no sólo ahí, también me pasó en otros muchos puntos kilométricos.

Difícil describir cuando ves una cara conocida y escuchas su ánimo, su apoyo, sus consejos… INDESCRIPTIBLE, ¡hay que vivirlo!

Ver a Javi ‘Xaviola’ pasada el Medio Maratón transmitiéndote toda su fuerza y conocimiento de lo que es correr en Madrid te da alas, te pone gasolina extra en el motor para entrar en la Casa de Campo con determinación y fuerzas. Definitivamente este tramo ‘is a lil Hell’ y además coincide con el muro-frontón del km30.

Aquí comienza una nueva peripecia y un montón de sensaciones desconocidas hasta la fecha para este humilde narrador-maratoniano novato.

The Gate Hell (Km 25) coincide con la Puerta de el Ángel, que contradicción, ¿verdad?

Pues bien... no es tal la contradicción pues se simultanea la presencia del demonio y del ángel casi al 50%.

El diablillo interior quiere que te pares pero el ángel protector te anima para que sigas adelante. Es un lucha interior sin cuartel que, al menos en mi caso, ganó el ángel. Yo quería llegar al km30 sí o sí para tirar la raqueta de frontón y seguir más ligero hasta la meta.

En efecto tiré la raqueta en el 30 y sobrepasé el muro en 2h30’ exactos con una sonrisa que no me cabía en la cara pero las piernas comenzaban a pesar más que el hormigón armado.
El calor iba haciendo mella y añadiendo dificultad al reto pero, ¡de abandonar! ¡ni pensarlo!! Debo decir que la cabeza me respondió de maravilla. En ese momento para mí ya todo era beneficio extra. Era la primera vez en mi vida que recorría tanta distancia corriendo.

Hasta el km34 seguí trotando cada vez un poco más lento intentando mantener el ritmo que llevaba casi desde salida pero se me hacía imposible.

El siguiente momento subidón fue en el km32 en el que estaban las guapas patinadoras de Madrid Patina, en especial, Lidia, la chica reflex-vaselina, de nuevo una cara conocida y una sonrisa de película que imprimió energía en mis desgastadas piernas.

Por cierto destacar la gran labor de tod@s los patinadores, ¡Fantastic@s!

Continuo y… justo después de varios amagos de parar un poco a andar…..casi milésimas de segundo antes de hacerlo veo a una corredora del Club Laister que estaba esperando para acompañar a su gente y que conozco del Club de Montaña Culmen y voy…y me cubro de gloria one more time y le medio-chillo: Crisssttiinaaaaa!!! Upppsss!!! Glups!!! Mierda!!!! Me he vuelto a confundir!!! Que se llama Elena!!! Joder!!! No pasa nada. Me doy la vuelta y le digo que siento el error, que ya se que se llama Elena pero que me he’liao.

Y os juro que iba a hacerlo y, de repente, descubro que está corriendo a mi lado, dándome ánimos y recordándome que se llama Elena (lo que ya jamás olvidaré, I promise it) y ofreciéndome un poco de plátano. Mon dieu! Non potevo credere! I couldn't believe it! ¡Providencial! ¡Madre mía! ¡Viva el Potasio!

Pero esto no es tan importante como sentir el apoyo, de nuevo, de alguien conocido y además, con belleza y simpatía para exportar que me acompañó unos buenos metros.

Eternamente agradecido avanzaba por el km35 con un placentero sabor a plátano en mi paladar cuando….ya sentí que debía echar el ancla, un poco al menos, y decidí andar algunos metros. Verdaderamente fue una decisión propia, consciente y sopesada en sus pos y sus contras.

No quería llegar con la sensación de no poder más y de falta de fuerzas absoluta. No tenía prisa, quería disfrutar al cien por cien de todo lo que me rodeaba y, sinceramente, creo que no habría conseguido terminar si sigo tratando de mantener el ritmo.

Opté por esta opción, no se si fue lo mejor pero a mí me sirvió estupendamente para cumplir mis expectativas MUY por encima de lo que yo mismo pensaba.

Justo en donde la Calle Segovia gira con el Paseo Imperial volví a ver a Xaviola, radiante, incólume, pleno de energía que transmitir a los corredores en tan dura parte del recorrido y volví a recargar las baterías al menos un par de kilómetros más.

De este modo, un poco al tran tran continué hasta el km41 alternando un paso alegremente ligero y un trote más o menos aceptable.

Llegando a Atocha….¡otro subidón! Y este por partida triple: Manu, Javi Málaga y Andrés me ven pasar corriendo (de milagro, pues metros atrás iba andando ;-) ).

Manu pega un sprint y sale a la carrera para ponerse a mi lado y transmitirme ánimos y apoyo para afrontar el final del camino que ya está muy cerca.

Casi me parto la espalda del giro radical a izquierda que pego al oír sus voces pero es tal el subidón de adrenalina que experimenté que el dolor se pasó en 5 milisegundos.

Con carga extra de sustancias dopantes orgánicas y totalmente legales afronto la subida por Alfonso XII y me reafirmo, más que nunca, en mis convicciones inquebrantables de republicano confeso. Aprieto los dientes (y el culo). Entono un silencioso y solemne Salud y República y pa’rriba que no queda ná.

Envalentonado por la arenga republicana consigo mantener el trote hasta la mitad de la calle pero con unos dolores que son de órdago por lo cual decido andar un rato más para entrar con fuerzas en El Retiro.

Pocos metros después de esto me encuentro a Rober, cámara fotográfica semi-prfesional en mano y me digo: ‘¡Leches! El Rober…creo que aún no me ha visto…voy a trotar que si no quedarán pruebas gráficas mías andando… ¡mi ruina como atleta! ;-P’

Me hago ‘el chulo’ un rato con Roberto y él me acompaña desde ese momento hasta que le obligan a salir del recorrido casi en meta.

Intento mantener la farsa hasta el final pero no puedo, finalmente confieso todo… y me pongo a andar unos metros más. En todo este rato Rober me insufla fuerza a tope y me ayuda enormemente a pasar ese duro tramo final.

Es justo el momento en el que mi imaginación empieza a ver garbanzos colgados de los árboles de El Retiro y desde lo más profundo se mi ser digo: ‘¡Quiero un Cocido!’.

A Roberto le da un pequeño ataque de risa y flipa un poco con el asunto, como es lógico, pero yo sigo pensando que un Cocido así, justo en ese momento, ¡es la hostia! ¡Ni powerade ni mierdas energéticas! ¡Cocido Madrileño!

Entrar en el Paseo de Coches es lo más parecido a un éxtasis bíblico para los creyentes o un viaje astral para los consumidores de ácido lisérgico u hongos alucinógenos.

Como desconozco los efectos exactos de ambos casos para mí fue lo que en mi barrio llamamos un subidón, ¡EL SUBIDÓN! Así con MAYÚSCULAS.

Una de las mejores sensaciones perceptivas de mi vida, seguramente la mejor.

Dejaron de dolerme las piernas, empecé a imprimir un ritmo que me resultaba increíble e imposible a la vez.

En la recta de meta es como si me hubiesen puesto un muelle en los brazos y me hinche a aplaudir a la gente que nos aplaudía a los corredores.

Mi boca sólo podía decir GRACIAS, gracias a todos: público, amigos, familiares, pájaros, árboles, a todo y a tod@s las personas que conozco y a las que no también.

Cincuenta metros para ser un maratoniano y aún descubro que puedo sprintar un poquillo (¡pero que chulo soy la hostia! pero no me importa demasiado, siento que me lo he ganado)

Noto que los ojos se humedecen un poco, levanto los brazos y ya es un hecho.

Soy maratoniano, ¡joder! ¡Lo soy! ¡Que fuerte!

Y me quedo con esta gran frase que me dijo un compañero de fatigas durante la carrera:

‘El dolor es pasajero, el orgullo es para siempre’

La experiencia es única: 3h49’51” para recordar el resto de mi vida.

Alberto Álvarez

27 de abril de 2010